La crianza del cerdo ibérico
Los productos poseen diferentes denominaciones dependiendo de la raza animal y la alimentación que este haya tenido durante su vida.
Para verificar estas etapas y asegurar que la calidad del producto, los cerdos pasan por tres fases diferentes. La cría, la recría y la fase de cebo.
La primera etapa, la cría, comienza desde el momento en el que los cerdos nacen hasta que estos dejan de alimentarse con leche materna. El momento en el que los lechones dejan de ser amamantados suele ser un mes o mes y medio después de haber nacido. Durante este periodo alcanzan el peso de 12 a 15 Kg.
Una vez finalizada la primera fase, los cerdos pasan a la etapa de la recría. En esta los animales comienzan a consumir pienso basado en fibra, cereales y frutos secos. Este pienso les ayuda a desarrollar su esqueleto y tejido óseo.
Este periodo lo dividimos en dos partes, en las que, en la primera, el cerdo debe llegar a pesar unos 50 Kg, y en la segunda parte terminan pesando entre 58 y 105 Kg, pasando a llamar a estos animales como primales.
Por último tenemos la fase de cebo. Es la última etapa los cerdos comienzan el proceso de engorde en la dehesa. Durante esta fase se determina la calidad del producto y las diferentes denominaciones que poseerán.
- Bellota: Los productos con esta denominación aseguran que los cerdos han sido alimentados exclusivamente en la dehesa a partir de bellotas y pasto natural, y han logrado llegar al peso de 45-50 Kg.
- De campo: Con esta etiqueta nos aseguran que los cerdos han sido alimentados a base de bellotas, pastos naturales y pienso.
- De cebo: A partir de esta etiqueta podemos saber que los cerdos han sido alimentados con una base de bellotas, cereales, legumbres y pienso.
Debido a las clasificaciones, esta última etapa se realiza en una época determinada – entre los meses de octubre y marzo – a la cual se le conoce como “montanera”. Durante estos meses, los cerdos disfrutan de las bellotas y fortalecen su musculatura recorriendo la dehesa en total libertad.